sábado, 8 de noviembre de 2008

sábado, 27 de septiembre de 2008

Nostalgia fría en mi segundo hogar

Christian Silva Cardenas en su Brasil natal.
Por disposición del registro civil,Chistian Cardenas Silva en Chile, su segundo hogar, según sus propias palabras. Brasileño de 21 años, lleva uno en Chile.









Trabaja como guardia de seguridad en la UAH.Hijo de madre chilena, inmigró hace un año desde Sao Paulo. Dice que lo que más extraña de su vida en Brasil son sus amigos, sus parientes brasileños, y lo barato del costo de la vida, en contraste con nuestro país.








"Acá me sentía raro los primeros días, como que el frío me congelaba entero, además mi trabajo no es muy movido, para más mala suerte creo que el pasado fue el invierno más frío de la historia", relata entre chilenismos adecuados a su"portuñol" y risas.








Reubicado en sus funciones en la sede de sociología de la UAH en calle Cienfuegos, recuerda con nostalgia Brasil y espera volver, pues nunca en el año que lleva en Chile se sintió un chileno más ciento por ciento, a pesar de que por sus venas corra la sangre chilena heredada de su madre. "Nací en Brasil, viví 20 años allá, máis soy brasilero, no hay nada más que decir",dice seguro.





De fondo la ex sede de Colo Colo, la sonrisa de Christian es a propósito del momento de su equipo de fútbol Corinthians, descendido y "estropeado por la mafia rusa",según él. A propósito de fútbol y clubes políticamente apetecidos como Colo Colo, dice: "Lula es un borracho, aunque dice ser el hincha número uno de Corinthians nunca ha hecho nada por el equipo, máis se emborracha todos los fines de semana sin parar".





"Las mujeres son igual en Chile y en Brasil, aunque no sé mucho de eso, soy un muchacho solitario...aún no he tenido novia chilena",dice.
"A veces, cuando más extraño Brasil voy a locales donde hay puros brasileños a bailar, pero tampoco me la paso allá, es que cómo mi papá es brasileño hablamos portugués y vemos mucho fútbol, los partidos de la selección los vemos por Internet y ahí se me olvida mi parte chilena, en buena sipo´",dice evidenciando sus modismos adquiridos, a pesar del gran apego que demuestra
a su cultura de origen.


Lleva llaves de un edificio a otro, corre a veces, otras se queda parado todo su turno laboral, cree que los chilenos son fríos, pero es feliz, aún queriendo siempre regresar a Brasil, dice estar resignado a vivir acá, porque acá está la familia, que tanto ama y extrañó los tres meses que debió esperar para migrar a Chile.
Viajó tres días en bus desde Brasil,quedó atrapado en el paso Los Libertadores por un día entero y cuando llegó se dió cuenta que cambió la calurosa y húmeda Sao Paulo por Santiago. Una lluvia torrencial le dió la bienvenida a nuestro País.


"Los chilenos son poco amigos, es raro cuando alguien se te acerca y conversa, además por mi trabajo no puedo hablar mucho con los alumnos, mis mayores chistes los hago con mis compañeros de trabajo, hay unos que son bien ordinarios, cómo dicen acá",dijo.
"Puta, de Brasil extraño desde mi otra familia hasta el precio del arroz...pero así es la cosa no más, acá se gana mejor, aunque la vida es más cara, creo que estoy dispuesto a quedarme por harto tiempo, eso sí no dejaré de ser brasilero, por chileno que parezca" lanzó sobre la despedida, antes de alejarse a hablar con su compañero del turno posterior, momento en que tomé ésta, la última foto.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Todo por los hijos

La señora Luisa Vargas a 3 años de su llegada se declara feliz en Chile

"No me interesa volver al Perú"



Llegó hace tres años por una recomendación,
apenas supo de la oportunidad y a pesar de su edad (50 años),no dudó en viajar.
Confiesa que apenas normalizó su situación no pensó en volver a Perú.

Saca de una chauchera un estirado billete. "Me da una Perú global de $2000 por favor". Al escuchar eso la abordo. Mi rol de quiosquero-periodista me favorece en esta pasada. Previa discusión, accede a responderme unas consultas. La señora se llama Luisa Vargas y trabaja hace aproximadamente dos años en un, según describe "hogar de personas acomodadas" ubicado en la comuna de Providencia.

¿Hace cuanto tiempo se vino?
Hace ya tres años.
¿Porqué se vino a Chile?
Bueno, a mi país llegaban muy buenos comentarios de los peruanos que estaban acá. Enviaban buen dinero a sus familias, tanto a las del interior cómo a las de la capital .
¿Tenía usted familiares en este país?
No, o sea propios nada. Sabía del hijo de una vecina que es mi comadre allá en Perú. No fue fácil decidirme a venir acá, ya tenía una vida armada y desarmada allá.(Ríe)
Perdone mi indiscreción pero...¿Qué edad tiene?
ja ja, tengo 54 años.
¿Cuando se sintió plenamente a gusto en Chile?
Digamos que siempre tuve esperanzas en que acá me iría bien. Mis jefes me tratan bien. Al comienzo fue muy duro extrañar mi país, pero cuando logré encontrar trabajo estable las cosas se hicieron menos dolorosas. A mi edad no es fácil cambiar de país, y menos hacerlo sola.
¿Es casada? ¿Que hacía en Perú?
Mi marido y yo nos separamos hace ya...(Intenta recordar la cantidad de años)...harán 17 años, me vine a Chile con 50 años prácticamente. En Perú dejé dos hijos.
¿Y acà tiene hijos?
Ninguno aún, aunque tengo una pareja. Él también es peruano y me ha ayudado a extrañar menos mi país y sobretodo a mis hijos.
¿Qué edad tienen sus hijos?
Uno tiene 23 años y el otro 19. Son dos varones. Me separé con su padre cuando el menor aún estaba chiquito. El mayor es mi orgullo, va a la universidad, estudia abogacía. Desde acá intento ayudarle en lo que pueda.
¿Que hay del menor?
Ese está empezando a trabajar. Hace poco estuvo de visita una semana. Los señores (los patrones) me ayudaron mucho para traerlo hasta acá.
¿Cómo ha sido su vida laboral?
Al principio muy difícil. Hasta que encontré trabajo en la casa en la que estoy ahora. De verdad me pagan bien y me han dado las comodidades para ganarme bien el dinero que gano.
Dice que al comienzo fue difícil ¿Porqué?
Es que no lograba encontrar un trabajo estable. Trabajaba y ganaba bien, pero al no tener papeles en regla no me contrataban. Cuando ya tuve bien lo de los papeles en lo primero que trabajé fue en unos baños del centro de Santiago. Los del paseo Ahumada. Unos peruanos amigos me dieron ese lugar cómo dato y fui.
¿Son los eco baños?
Si, los mismos. Los cajeros generalmente eran chilenos y no nos tratabn muy bien a los peruanos, más que yo era una de las más viejas. Sólo había peruanos haciendo aseo, ni soñar con que fueran cajeros. No me salí pero aproveché de buscar trabajo. Ahí encontré el que tengo ahora. Tuve suerte en tener papeles al día, los señores son exigentes con eso, pero por eso mismo creo que me tratan bien y me han hecho contrato.
¿Volverá a Perú?
No me interesa tanto. Es que solo desde acá puedo ayudar a mis hijos a mejorar su vida. Si no los ayudo yo no los ayudará nadie más. Ellos y mi pareja me dan la fuerza para seguir acá.Si estuviera en el Perú sería una carga para ellos. Por eso le digo que no me interesa volver al Perú. Los señores me pagan bien mi trabajo, me dan un buen cuarto, un día libre y facilidades para enviar dinero al Perú. Estoy tranquila en Chile, aunque fue duro dejar a mis hijos allá me he afirmado en el mayor de ellos. Él ha cuidado a su hermano cómo un padre. Cuando llegué acá me sentí sola, pero gracias a que por medio de la colonia peruana conocí a mi pareja todo va mejor.
Igual debe extrañar bastante ¿Para eso la tarjeta de llamadas internacionales no?
Claro que extraño, Perú es un país muy tradicionalista. Hace poco fueron las fiestas patrias y allá se celebran cuatro días seguidos casi. Aunque no debo quejarme, la situación de algunos compatriotas es muy distinta de la mía. Por eso agradezco a mis patrones y a sobretodo a Dios que me ayude a darle una mano a mis hijos.
Agradezco su tiempo señora Luisa
Cuando se le ofrezca. ¿Me hará una rebaja en la tarjeta por la entrevista?
El del quiosco es mi padre, dónde manda capitán...
No, si entiendo era solo una broma.

Así se marcha la señora Luisa y me deja pensando en que no todos los peruanos que están en Chile vienen a robarse la pega, cómo dice mi abuela. Por lo visto a ella no le pesa la responsabilidad de mantener a sus hijos a distancia, y a pesar de su edad se muestra en perfecto
estado para sacarlos adelante. Simplemente notable.